ARGAZKI. Se supone seguridad, el momento en que se fue cuando lo atraparon. presa escurridiza. La música contenida en este álbum se puede comparar con una colección de fotografías, la poética preservada por el bosque pantanoso. Los temas se mueven en amplias zonas post-rock, a través de diversas atmósferas, escondrijos y surcos. El proyecto comenzó en 2005: lo que en un principio eran fotografías luminosas y acústicas (publicadas como DIY), se han ido oscureciendo y distorsionando durante el proceso de curado, hasta que llegó el momento de incluirlas en este álbum y publicarlas.BAT. Anizkoitza, en su soledad, es el origen de este proyecto: Arkaitz Artola Arnaiz. Habiendo trabajado en el grupo Adikune, es el hilo conductor de este proyecto; compositor, letrista y cantante. Sus manos también tocan las secuencias repetitivas de riffs de bajo y guitarra. Son melodías atmosféricas, con o sin letra, que desarrollan atmósferas cambiantes. Como un buscador insaciable, Artola sigue buscando lo que ha encontrado. Durante el largo recorrido se le han sumado algunos compañeros: Zuriñe Sarasola a los teclados, entre otros. En 2022, con la ayuda de Iker Vazquez (Blaka, Pelax) y su batería, redondearon las aristas de unos temas que llevaban varios años sazonados.
BEHELAINOAN. La niebla ciega, la niebla baja, no nos deja ver lo que esconde. Entonces el oyente puede empezar a comprender su oculto. De marzo a abril de 2023, bajo la dirección de Karlos Osinaga, se grabó y mezcló el primer trabajo de larga duración del estudio en Bomberene: Inseguridad. La masterización estuvo a cargo de Jonan Ordorika, y será publicada por Bonberenea Ekintzak el 5 de octubre. Como una fotografía antigua que se está revelando, esta imagen viva es un vacío depredador que necesita ser alimentado: Una foto en las tierras bajas.