Iurreta es un pequeño pueblo de Euskal Herria, Bizkaia, Duranguesado. En 1877 tenía 1352 habitantes que vivían en un entorno rural, en 1920 1798. Era tan pequeño que entre 1926 y 1990 desapareció de los mapas políticos. En la década de 1950 comenzaron a instalarse fábricas en las riberas del río Ibaizabal, principalmente del sector del hierro, la papelería y la máquina-herramienta, y con la industrialización creció una pequeña ciudad dentro del pueblo, Montoia. En 1991, cuando reapareció en los mapas de los municipios, Iurreta contaba con 4901 habitantes. En 2023, tiene 3738.Un pueblo muy pequeño entonces, pero que ha mantenido el lenguaje y la cultura, y las cofradías, y la politización, y muchas otras cosas, incluso entrando en la vida moderna, y sin evitar la globalización. Ahí ha nacido este libro, que recoge cosas escritas en euskera en Iurreta desde el siglo XIX hasta nuestros días. El mapa nominal que se pisa cada día, las palabras olvidadas porque no tienen traducción al castellano, los hechos sorprendentes que hay que recontar para creer, nuestra historia molesta que se prolonga hasta el pre- senti, la vasquidad creativa de algunos niños migrantes, etcétera. Si es un libro conmovedor y obligado para los iurretarras, para saber de dónde vienen y para pensar a dónde quieren ir, también es hermoso e iluminador para cualquier otro vasco.Se leerán pasajes destacados, por ejemplo: «El tesoro de nuestra lengua no está en este libro, sino en tus propios labios. Cada mañana puedes estrellarte y sentirte como una gota de miel en la comisura del labio». Pero, sí, en este libro también hay ese tesoro, increíble. Es seguro que el euskera tendrá cabida en el mundo, ya que existe entre iurreta.