Musikaren plaza 016
Años de éxitos y experiencia, de compañeros infatigables y de centenares de conciertos, años en lo que hemos visto madurar un público, que siempre ha incorporado savia nueva. Él no es muy amigo de efemérides, ni de grandes números. Celebraciones, las justas, siempre rodeado de su amigos, pero han pasado ya casi 25 años desde aquel primer trabajo y es inevitable echar la vista atrás para seguir avanzando. Como decía su amigo Kirmen Uribe, parece que a Mikel las canciones les salen espontáneamente, que no pone trabas a la música que lleva dentro. Y escuchamos sus canciones con facilidad, aunque el trabajo de composición haya sido muy complejo. Y con esa espontaneidad publicó sus primeros trabajos, Haitzetan (1997) y Badira hiru aste (1998). Incluyen temas que todavía la gente sigue tarareando, como si fueran canciones populares, de toda la vida. Y eso es lo mejor que le puede pasar a una canción. A lo largo de todos estos años Mikel ha tenido la suerte de recorrer, bien con su guitarra, bien con el piano; bien acompañado, bien sólo, escenarios de infinidad de países. Público muy distintos han disfrutado de su honestidad y de su trabajo sobre las tablas. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que Mikel se encuentra en su mejor momento.